En 1959 el cineasta Vicente Escrivá decidió grabar el documental “Pescadores de Jávea”· Resultó ser único por varias razones: por la temática que abordaba -la tradición marinera de Xàbia, en este caso de los pescadores de costa, no los que se faenaban mar adentro-; por ser uno de los primeros filmados en color en España; y por tener a José Luis Pecker -locutor de la cadena SER y presentador de TVE como narrador. Fue también un trabajo de documentación de Escrivá -que ya venía preparando anteriormente- para su primera película, “El hombre de la Isla”, que se estrenaría dos años después, en 1961.

Vicente Escrivá fue un historiador, guionista y escritor enamorada de Xàbia y su mar. Por su casa, la Villa Hemeroscopea, ubicada frente al Asilo Hermanos Cholbi, pasaron escritores, cineastas y actores como Paco Rabal, protagonista de alguna de sus películas.

El documental

Ambolo y los acantilados de la Granadella 

En los primeros planos aparece la Torre d’Ambolo, una fortificación conservada en la actualidad aunque dentro de una propiedad privada. La vista que alcanza el pescador desde allí es impresionante: los acantilados de la Granadella con el Puig de la Llorença al fondo.

La Torre d’Ambolo.

Acantilados de la Granadella

A continuación, el pescador llama a su hijo para que acuda al trabajo diario de salir al mar. Lo hacen desde la Cala de la Barraca o del Portitxol. En la grabación se descubren las pequeñas casas tradicionales -barracas-, algunas de las cuales han sobrevivido hasta nuestros días.

Casitas en La Barraca

Barca en la Cala del Portitxol

Los pescadores zarpan por el estrecho de l’Illa del Portitxol hacia el Cap Prim. Pero después de algunos planos del horizonte marino, de otro de un hombre a lomos de un burro, el promontorio que aparece es el Cap Negre.

El Cap Prim.

Vista del Cap Negre

Entonces la cámara empieza a recorrer todo el litoral hacia el Cap de La Nau. También vemos el Freu d’Ambolo, el paso marino que existe entre el acantilado de esta zona y l’Illa del Descobridor.

Pescadores de caña

Freu d’Ambolo junto a l’Illa del Descobridor.

La bajada a las “Pesqueres”

Dejamos la pesca en barca por un momento y pasamos a la pesca desde tierra, en concreto desde una “pesquera”. Esta práctica ancestral consistía en instalar -generalmente aunque a veces ni eso- cañizos voladizos sobre el mar en lugares de difícil acceso pero, eso sí, con buena recompensa de pesca.

Bajada a la pesquera.

Los descensos eran de vértigo.

El riesgo de llegar hasta estas “pesqueres” era tan grande que varios pescadores han muerto a la lo largo de la historia. Las imágenes muestran cómo estos pescadores -la mayoría agricultores de Xàbia y El Poble Nou de Benitatxell que buscaban un complemento a sus bajos salarios- eran increíblemente habilidosos en los descensos agónicos hacia estos lugares de pesca. Todo un completo entramado de cuerdas, ramas, escaleras… debía superarse para llegar a un minúsculo punto de pesca. En este caso el protagonista va a pescar con la técnica de la fitora primero y con el rall después.

A punto de lanzar la fitora.

Preparando los aparejos en en el minúsculo sitio reservado para pescar.

Técnicas de pesca

Mientras tanto, Vicente Escrivà nos describe y muestra imágenes de la pesca al palangre y también con caña desde tierra. En resumen nos enseña las formas más comunes de captura de pescado que había entonces.

Preparando el palangre.

En este momento se combinan imágenes de pesca con lo que parece la entrada a la Cova dels Òrguens, la cavidad marina más bonita de esta zona del Cap de La Nau y cuyo acceso a embarcaciones a motor está prohibido para garantizar su conservación. El acceso a nado, en kayak o sobre tabla de surf sí que está permitido. Acciones como esta buscan garantizar la sostenibilidad del paisaje terrestre y marino de Xàbia.

La Cova dels Òrguens vista desde el interior.

Especies como meros, rayas o pulpos son capturadas por los tres pescadores protagonistas del documental.

Una raya capturada por los pescadores.

A continuación los marineros emprenden la vuelta a casa, dos de ellos y el niño a bordo de las pequeñas barcas y por el acantilado el tercero.

Un atardecer mágico

Si el documental había empezado con una preciosa imagen del amanecer, termina con una no menos bucólica de las barcas atravesando el atardecer con el Montgó al fondo, visto desde la Cala Sardinera.

A continuación tienes el documental, que está dividido en dos partes.